Escasea el pollo y la carne de res en La Paz debido a los bloqueos
El espacio de venta carne de algunos supermercados ha quedado vacío por la falta del producto. El precio de los alimentos se dispara por el bloqueo de caminos de sectores afines al expresidente
Las vitrinas de carnes de algunos supermercados de La Paz, lucen vacía. Solo quedan los carteles con precios y nombres de cortes que ya no están. El silencio del refrigerador vacío contrasta con la frustración de los clientes que se acercan y se van con las manos vacías. Esta es una escena que se repite en varios puntos de la ciudad sede de Gobierno, donde conseguir carne de pollo o de res se ha vuelto una tarea casi imposible.
"Nunca faltaba la carne acá, ahora no hay nada", relataron unos vecinos de Miraflores, una de las zonas más populares de esta ciudad.
Desde que comenzaron los bloqueos de caminos impulsados por sectores afines al expresidente Evo Morales, las consecuencias no tardaron en sentirse. Al principio fue solo una demora en la llegada de productos, pero en cuestión de días, las góndolas comenzaron a vaciarse.
Las organizaciones movilizadas exigen que Morales sea habilitado como candidato presidencial para las elecciones del 2025.
En los mercados populares, la situación es alarmante, la gente pregunta por pollo y los vendedores solo levantan los hombros. El precio del kilo ha llegado a 35 bolivianos, cuando hace apenas una semana se ofrecía en 22 bolivianos. “Esto nunca se había visto”, dice una señora en la fila de Emapa, donde se vende pollo a precio regulado. La fila es larga, la gente está tensa. Algunos llegan desde las seis de la mañana y aún así se van con las manos vacías.
La carne de res no corre mejor suerte. Algunos carniceros han cerrado sus puestos, otros venden lo poco que llega a precios que rozan los 100 bolivianos el kilo. Un comerciante del mercado Rodríguez dice que, “si seguimos así, vamos a tener que cerrar todos”.
Mientras tanto, el Gobierno intenta contener la crisis con un puente aéreo que traslada productos desde Santa Cruz. Los vuelos militares llevan alimentos a cuentagotas y no alcanzan. La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) distribuye pollo en puntos específicos, pero la demanda es abrumadora. En algunos barrios, la noticia de una venta estatal de pollo genera aglomeraciones que rápidamente se convierten en protestas por la escasez.
En medio de este escenario, los datos son contundentes: el sector agropecuario ha perdido más de 350 millones de bolivianos en menos de dos semanas de bloqueos, según cálculos del Gobierno. Los pollitos bebé no llegan a las granjas, los camiones cargados de carne están parados en las carreteras, y el precio del transporte se ha duplicado.
Los paceños, mientras tanto, miran con desconfianza sus refrigeradores vacíos. La incertidumbre ya no es solo política, sino también alimentaria. Las vitrinas vacías del supermercado son solo un reflejo de una crisis más profunda, una que empieza en las carreteras bloqueadas, atraviesa el conflicto entre facciones del MAS, y termina en las cocinas vacías de cada hogar.
