Cara a cara
El extodopoderoso empresario del espectáculo, Harvey Weinstein (73), fue hallado ayer culpable por agresión sexual en primer grado, una acusación que sentó su ex asistente de producción Miriam Haley, y podría enfrentar 25 años de cárcel, algo que el movimiento #Me Too está celebrando, después de una cruzada de años por desenmascarar a un magnate que se aprovechó de su poder para agredir sexualmente a mujeres que no lo denunciaban por miedo a sepultar sus carreras en Hollywood.
Weinstein ya cumple condena de 16 años por violación y agresión sexual en Los Ángeles, a la que debería sumarse otra de 23 años que, lamentablemente, fue revocada el año pasado por un tribunal de apelaciones. El productor de cine y televisión acudía a su juicio y retornaba a la cárcel del centro médico Bellevue, de Nueva York, donde guarda reclusión debido a que padece leucemia y problemas cardiacos.
El poder de un grande del espectáculo que operó impunemente bajo el conocimiento de otros personajes de la industria en Hollywood, que prefirieron hacer de la vista gorda, parece estar llegando a su final. Algo que no habría sido posible sin dos mujeres periodistas del New York Times: Megan Twohey y Jodi Kantor, que investigaron las acusaciones que nadie se animó a abordar, un trabajo que les valió un Pulitzer. Ellas y el testimonio de las víctimas rompieron con décadas de silencio. Los que estén interesados en el tema todavía están a tiempo de ver la película Ella dijo (She said) que está en la grilla de Netflix.
