“A mi esposo lo golpearon y maniataron 11 horas”: Llallagua clama justica

Los pobladores del municipio de Llallagua intentan recobrar su “normalidad” con resguardo policial y militar tras días de terror por el bloqueo evista
RELATO Y FOTOS: JUAN CARLOS TORREJÓN
El centro urbano del municipio de Llallagua, ubicado en norte del departamento de Potosí, amaneció este viernes en un ambiente de relativa tranquilidad después de jornadas de extrema violencia, generada por bloqueos de sectores afines al expresidente Evo Morales.
EL DEBER está en ese municipio y constató que ya no hay barricadas ni vigilias de vecinos, que pasaron un par de días de zozobra ante el temor de que los bloqueadores vuelvan a ingresar hasta esa población para generar destrozos o saqueos.
Los comercios aún estaban cerrados, al menos durante las primeras horas del día, pero la gente ya empezaba a circular con “normalidad”, mientras policías y militares mantenían sus patrullajes para resguardar el orden.
Horas después, varias organizaciones se concentraron en un cabildo con banderas blancas y de la tricolor boliviana.
En esa concentración, una de las vecinas relató las dramáticas horas que vivió su esposo retenido, junto a otros tres universitarios, por los bloqueadores.
“Mi esposo, junto a tres universitarios, ha sido privado de libertad por más de 11 horas. Les han pegado hombres y mujeres, a mi esposo le han golpeado, le han maniatado las manos, le han tapado sus ojos y le han puesto en un cuarto junto a los tres jóvenes universitarios”, contó.
“Lo único que pido es justicia para mi esposo, justicia para el ciudadano de Llallagua, nunca más quiero esto en mi vida. Los minutos y horas que viví han sido lo peor de mi vida, no deseo esto a nadie, lo único que pido es ¡justica, justicia, justicia!”, exclamó entre lágrimas.
El martes 10 de junio, pobladores de esa región, asfixiados por los bloqueos, salieron a despejar las rutas, pero no lograron su objetivo porque, según un reporte oficial del Gobierno, “fueron recibidos” con cachorros de dinamita, disparos de armas de fuego y pedradas.
En ese primer enfrentamiento, decenas de personas resultaron heridas, la Policía de la región fue rebasada, los bloqueadores ingresaron hasta la plaza de Llallagua y hubo saqueos.
El 11 de junio, un contingente policial intentó despejar toda la ruta hacia Llallagua en medio de violentos enfrentamientos con los bloqueadores. Resultado de la confrontación, tres uniformados murieron.
El Gobierno informó que fueron asesinados con armas de fuego usados por francotiradores. Finalmente, el 12 de junio, policías y militares, en un nuevo operativo, lograron liberar a Llallagua y ahora permanecen en ese municipio.


