Puntos de bloqueos se reducen a 20 en cuatro departamentos; en Llallagua persiste el temor

“¡No habrá impunidad!”: Luis Arce prometió que pondrá ante la Justicia “a cada uno de los responsables de sembrar terror” en Bolivia
Organizaciones afines al expresidente Evo Morales cumplen este miércoles el décimo día del bloqueo indefinido de algunas de las principales carreteras del país, en medio de una serie de hechos de violencia.
Según el mapa de transitabilidad de la a Boliviana de Carreteras (ABC), actualizado hasta las 07:47, los puntos de bloqueo se redujeron a 20 (a la misma hora del martes eran 27).
Cochabamba sigue siendo el departamento más afectado por los bloqueos, pero también persisten algunos cortes de vías en Oruro, Potosí y Santa Cruz.

Los manifestantes exigen la renuncia del presidente Luis Arce y aseguran que están movilizados por la crisis económica; sin embargo, el mandatario identificó a Morales como el instigador de los bloqueos para forzar su nueva candidatura presidencial pese a estar inhabilitado.
Morales negó la acusación de su exministro de Economía, mientras persiste el cerco a algunas ciudades y la crisis económica del país también continúa agravándose.
El bloqueo de carreteras, en plena crisis económica y a solo más de dos meses de las nuevas elecciones generales, transcurre en medio de ataques a ambulancias, enfrentamientos con uniformados, saqueos, agresiones a transeúntes, entre otros actos.
Llallagua
Uno de los hechos más violentos que marcó esta protesta fue lo ocurrido el martes en el municipio de Llallagua, ubicado en el norte del departamento de Potosí.
Pobladores de esa región, asfixiados por los bloqueos, salieron a desbloquear; pero no lograron su objetivo porque, según un reporte oficial del Gobierno, “fueron recibidos” con cachorros de dinamita, disparos de armas de fuego y pedradas.
En el enfrentamiento, decenas de personas resultaron heridas, la Policía fue rebasada, los bloqueadores ingresaron hasta la plaza de Llallagua e incluso hubo saqueos.
Algunos vecinos, que se comunicaron con EL DEBER Radio, clamaron por ayuda a las autoridades regionales y nacionales. “Estamos en peligro”, aseguraron.
Denunciaron que hasta algunos servicios básicos fueron cortados, armaron barricadas en algunas calles para evitar nuevos saqueos y pasaron la noche con el temor de que retorne la violencia.
Hasta el cierre de esta nota infomativa, la población de Llallagua continuaba bloqueada y aún no llegaba el refuerzo policial o militar.
Luis Arce
El presidente Arce, mediante un mensaje publicado en redes sociales la noche del martes, dijo que lo ocurrido en Llallagua ha sido una de las jornadas “más violentas y amargas de la historia reciente de Bolivia, dejando un saldo de más 30 personas heridas a manos de los bloqueadores evistas”.
Señaló que los seguidores de Morales, durante estos días de conflicto, no han escatimado “en agredir a personal de salud, destruir una ambulancia, saquear comunidades, atacar a personal de prensa, arremeter contra policías y buscar muertes, entre otras tantas actividades delictivas”.
“Sin embargo, lejos de condenar esos actos, Morales sale festejando los desmanes y habla de ‘batalla final’. ¿A qué ‘batalla final’ se refiere? ¿’Final’ de qué? ¿A quién le declara la ‘guerra’? ¿A bolivianas y bolivianos? ¿Cuántas veces tendrá que teñirse de luto el país por la obsesión de Morales de destruir el sistema democrático? ¿Cuántas acciones de violencia más, alejadas de la tradición de lucha del pueblo tendrán que soportarse por un interés personal que solo está destruyendo el Proceso de Cambio? ¿A cuánta gente quiere él hoy sacrificar para sus intereses personales?”, cuestionó.
Denuncia internacional
El Ministerio de Relaciones Exteriores, mediante un comunicado, denunció ante la comunidad internacional “el alto grado de violencia de los enfrentamientos en el municipio de Llallagua”.
La Cancillería indica que “la violencia, el saqueo de instituciones estatales y las agresiones físicas están causando terror y zozobra en Llallagua”.
“Estas acciones, no pueden considerarse dentro del marco de la protesta social, son actos vandálicos que vulneran los principios democráticos, los derechos fundamentales y buscan el derramamiento de sangre, el caos y la inestabilidad del país. Una vez más, informamos a la comunidad internacional, sobre estos hechos, dirigidos a derrocar un gobierno popular democráticamente elegido en octubre de 2020 e impedir el proceso eleccionario del próximo 17 de agosto de 2025”, señala el pronunciamiento.


