Evistas vuelven a bloquear la carretera a San Julián

A pesar de que residentes y autoridades de San Julián habilitaron la ruta esta mañana. Los "autoconvocados" volvieron a instalar su punto de bloqueo.
Los "autoconvocados" volvieron a bloquear la carretera San Julián, una ruta que conecta Santa Cruz con el Beni y la Chiquitania. El grupo, afín a Evo Morales, volvió a instalar su punto de bloqueo. Para ello, quemaron llantas y colocaron palos sobre la vía, para impedir la circulación de vehículos.
La ruta había sido liberada momentáneamente esta mañana, luego de que un tractor—con apoyo de la población— desmantelara el punto de bloqueo que impedía el tránsito. la protesta de sectores evistas se prolonga por seis días consecutivos. Los residentes de San Julián decidieron tomar acciones directas tras los perjuicios económicos y sociales acumulados durante la semana.
Sin embargo, la calma duró poco. Los movilizados, que exigen la renuncia del presidente Luis Arce, volvieron a instalarse en la carretera y reanudaron la protesta, afectando nuevamente la circulación de autos, trufis, flotas y camiones. Las personas tienen que caminar para pasar la ruta.

Los protestantes anunciaron ayer que, hoy 10 de junio, tomarían medidas más drásticas, como el impedimento de circulación por caminos alternos y la instalación de más puntos de bloqueo. A pesar de que fueron desmantelados en la mañana, en horas de la tarde retomaron el bloqueo e impidieron el tránsito por la ruta a Beni.
El bloqueo no cuenta con el respaldo de la mayoría de los habitantes de San Julián. La Junta Vecinal, autoridades locales y organizaciones como la FEJUVE, la Federación Norte y la Federación Villa Paraíso han manifestado públicamente su desacuerdo con el bloqueo, al considerar que solo agrava la crisis económica de la región.
Además, el 24 de junio es el aniversario de San Julián. El bloqueo de carretera podría afectar a la celebración del municipio.
Los bloqueadores están protestando para exigir la renuncia del presidente Luis Arce. Además, denuncian el alza en los precios de la canasta familiar y la escasez de combustible, pero su radicalización —anunciando incluso el cierre de rutas alternas— ha tensado aún más el ambiente.


